Muchas empresas tratan únicamente de ser las mejores del sector y éste no es
el camino más adecuado para el éxito de una compañía.
En mercados altamente competitivos como el inmobiliario, el poder lo
tiene el cliente y las empresas que sobresalen son aquéllas que, principalmente,
tienen un mejor producto, un mejor servicio o una marca más fuerte. No obstante,
si la competencia consigue sacar al mercado un producto más competitivo y a
mejor precio, o la imagen de marca se descuida, entonces la empresa en cuestión
puede perder una buena parte de sus clientes.
Sabemos que la competencia existe y existirá siempre, pero se puede
reducir a niveles prácticamente irrelevantes a través de lo que llamamos
estrategias de diferenciación.
¿Qué es ser diferente? ¿Tener un mejor producto o servicio que la competencia?. No. Ser diferente es tener "algo" en la empresa que sea percibido como único por el cliente y que , por tanto, hace que la competencia se transforme en irrelevante. Hay muchos casos de empresas que han sabido resegmentar su mercado como Apple, el Cirque du Soleil o Starbucks y se han posicionado como diferentes. Lo mismo podemos aplicar al sector inmobiliario.
¿Qué es ser diferente? ¿Tener un mejor producto o servicio que la competencia?. No. Ser diferente es tener "algo" en la empresa que sea percibido como único por el cliente y que , por tanto, hace que la competencia se transforme en irrelevante. Hay muchos casos de empresas que han sabido resegmentar su mercado como Apple, el Cirque du Soleil o Starbucks y se han posicionado como diferentes. Lo mismo podemos aplicar al sector inmobiliario.
Uno de los grandes fallos que se producen en los procesos de
innovación es que no se tiene en cuenta al cliente en todo el proceso del mismo
(ni al principio ni al final del mismo). La innovación no es más que “la
tradición transformada” y, por tanto, no es sólo inventar cosas, sino también
mejorar lo existente (aunque sea mínimamente). Por ello, hay que tener una clara
orientación al cliente y buscar cuáles son sus gustos, deseos y necesidades
(incluso aunque no los sepan y los intuyamos). La creatividad es una actitud y,
por tanto, está al alcance de todos los que se esfuercen en lograrla y, para
ello, como decía Steve Jobs: thinks different.
En definitiva, la mejor estrategia es ganar sin competir. Por ello, no dejen nunca de innovar, de pensar en cómo mejorar todos los puntos del negocio, ya que “si te quedas, te atrasan” los de tu competencia. Adaptarse a las necesidades de su entorno, sobre todo en el ámbito digital, ya que en los pequeños detalles pueden marcarse las grandes diferencias.
En definitiva, la mejor estrategia es ganar sin competir. Por ello, no dejen nunca de innovar, de pensar en cómo mejorar todos los puntos del negocio, ya que “si te quedas, te atrasan” los de tu competencia. Adaptarse a las necesidades de su entorno, sobre todo en el ámbito digital, ya que en los pequeños detalles pueden marcarse las grandes diferencias.